[NOTA PREVIA: ARTÍCULO DE TERESA PÉREZ ORIGINALMENTE PUBLICADO EN “EL PERIÓDICO DE
CATALUNYA” EL 1.02.2017.] La
decisión de la Generalitat de dar permisos a los funcionarios que recurren a la
gestación subrogada en el extranjero para tener hijos ha reabierto el debate
sobre la legalización en España de esta técnica conocida popularmente con el
nombre de vientres de alquiler. Portugal fue el pasado verano el último país
europeo en regularizar esta práctica que desde hace 30 años es una realidad en
el Reino Unido. También está autorizada en algunos estados de EE.UU. y en
Holanda, Grecia y Ucrania.
Catalunya
se ha convertido en la primera comunidad autónoma en autorizar estos permisos
maternales y paternales a los funcionarios y el Partido Popular ha decidido
debatir la legalización en su congreso nacional. Destacados líderes del PP,
como Javier Maroto, principal defensor de la iniciativa y coordinador de la
ponencia social, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo, ya han alzado la voz a favor de la propuesta legislativa, aunque
el eco no ha llegado a todo el partido y han surgido voces discordantes.
Abogados, asociaciones y progenitores de gestación por sustitución reclaman una
solución definitiva y los colectivos feministas, con más o menos vehemencia,
ponen peros a esta técnica. La legalización, además, apuntan diferentes expertos,
abarataría un proceso costosísimo al que únicamente pueden recurrir personas
que disfruten de un elevado poder económico.
Pese a la
dificultad que entraña obtener datos de este colectivo, el ginecólogo Pedro
Fuentes, presidente de la Asociación Son Nuestros Hijos, afirma que cada año
nacen entre 100 y 120 niños de parejas españolas. Barcelona y Madrid es donde
la demanda es mayor. Para dar idea de la envergadura del fenómeno, en el año
2010 había ocho familias afiliadas a la organización y ahora rondan las 400. Fuentes apunta que «la gestación por sustitución ha salido del armario» y se muestra exultante por la decisión de la Generalitat, ya que, a su juicio, «Catalunya ha dado el espaldarazo definitivo al marcar la línea a seguir tal y como también ha reconocido el Tribunal Supremo en diversas sentencias». Pedro y su pareja son padres de Alonso, de 8 años, «un chaval extrovertido y divertido que conoce su origen», apunta el papá, y añade con satisfacción mal disimulada: «Es el único niño de la clase al que invitan a todas las fiestas».
El Govern,
con esta medida, «implícitamente reconoce
la equiparación de los distintos tipos de familias, porque está dando una
solución administrativa para los funcionarios públicos que son los únicos en
los que tiene competencias», añade Carlos Villagrasa, abogado experto en
temas de familia del Col·legi de l'Advocacia de Barcelona (ICAB).
El letrado
va más allá y reivindica que «no se
apliquen soluciones parciales, si no que se regule el tema de los vientres de
alquiler». Fuentes jurídicas lamentan la contradicción que existe en
España. «Por ley está prohibida la
gestación por subrogación, pero hay una instrucción notarial del 5 de octubre
del 2010 que permite a estas familias inscribir al niño, siempre y cuando se
cumplan dos requisitos: que el bebé proceda de un país donde está legalizada
esta técnica y además haya una sentencia judicial», señalan.
Tres
sentencias consecutivas del Tribunal Supremo han obligado a la Seguridad Social
a equiparar los permisos por gestación subrogada a los de maternidad y
paternidad biológica, adopción o acogimiento. Los fallos del alto tribunal han
allanado el camino a la Conselleria de Governació y le han permitido aplicar
esta medida. Sara Altamirano, abogada del despacho Vientre de Alquiler España
(VAE), reconoce que la Seguridad Social hacía la vista gorda cuando los
solicitantes eran una pareja formada por un hombre y una mujer, «pero el tema se complicaba cuando era un
padre soltero o parejas homosexuales». Además, el tema va in crescendo.
El despacho
VAE asesora a unas 60 personas al año, pero únicamente para embarazos en
Estados Unidos. A esta cifra hay que sumar las personas que lo solicitan en
otros destinos. La diferencia de precios entre un país y otro es abismal. En EE.UU.
supera los 100.000 euros. «Solo el seguro
que le hicimos a la madre de nuestro hijo superaba los 30.000 euros»,
apunta Fuentes. Sin embargo, en Ucrania los honorarios se reducen a la mitad.
Hay progenitores que deben pedir un préstamo para hacer frente a estos costes. Sergio I., papá de tres niños,
tuvo que ampliar la hipoteca que tenía de su piso para poder tener un hijo.
Las
garantías jurídicas que ofrecen los distintos países también son muy
diferentes. En el estado de California, por ejemplo, que llevan 40 años
trabajando en la gestación subrogada, emite una sentencia firme de afiliación
del bebé que está por nacer. El hospital ya inscribe al niño con el nombre de
los nuevos papás. En los países en los que no hay fallo judicial, «cuando vas al consulado de España se
inscribe al recién nacido con el nombre de la gestante», puntualiza
Altamirano. La falta de garantías jurídicas provoca que actualmente «unos 40 niños de todo el Estado se
encuentren en un limbo legal», indica Carlos Vilagrasa. Y otros entren en
España como turistas.
Las organizaciones feministas
tercian en el debate. Dolo Pulido, miembro de Ca la Dona, espacio de encuentro
de mujeres en Barcelona, considera que es necesario abrir un debate social
entre las partes implicadas y «oír la voz
del movimiento feminista». A su juicio, no se trata de debatir sobre si hay
que legalizar o no la gestación subrogada, sino de «proteger los derechos de la madre gestante por encima de todo lo demás».
Pulido apunta que en las subrogaciones se producen casos de desigualdad de poder
económico y se pregunta: «Si donar sangre
no se paga, ¿porque sí se pagan las gestaciones subrogadas?».
La asociación No somos Vasijas lo tiene claro: «Las
mujeres no se pueden alquilar o comprar de manera total», indican. Además,
muestran su preocupación «ante los
variados pronunciamientos favorables a regular la maternidad subrogada, o de la
práctica de alquilar vientres de mujeres en favor de terceros».
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